¡Estad quietos!
Todos hemos experimentado tentaciones, pruebas y sufrimientos. Aun los cristianos debemos padecer sufrimientos, ya sea por la muerte de seres queridos, bancarrotas, pérdida de empleo o relaciones rotas. Pero, aunque no somos inmunes a los tiempos de dificultades, tenemos el poder, por medio del Espíritu Santo, de soportarlos. ElSalmo 46.10 dice: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. La expresión “estad quietos” indica que nuestra mejor respuesta a las frustraciones es confiar en el Señor.